Al PSE-EE le preocupa especialmente que estas movilizaciones tengan su origen en conflictos que afectan a colectivos vulnerables como niños/as y personas mayores

A los trabajadores/as de Usoa, OTA y grúa se sumaron otra vez los padres y madres del Colegio La Milagrosa y, como novedad, familiares de usuarios/as de la residencia Miranda

 PROTESTAS ALCALDESA PLENO

Por cuarta vez consecutiva, la alcaldesa de Barakaldo desalojó ayer el Pleno Municipal y continuó la sesión a puerta cerrada. Y es que las protestas contra su gestión van en aumento con el paso de los meses, como consecuencia de un creciente descontento social y vecinal. Al PSE-EE le preocupa además que estas movilizaciones tengan su origen en conflictos que afectan a colectivos especialmente vulnerables como niños y niñas, personas mayores y trabajadores y trabajadoras.

A las reivindicaciones laborales de las plantillas del Taller Usoa, la OTA y la grúa se sumaron otra vez los padres y madres del Colegio La Milagrosa, amenazado de cierre. Como novedad, también acudió al Pleno un grupo de familiares de los mayores ingresados en la residencia de la Fundación Miranda, que denunciaron una desorbitada subida de precios y se quejaron por el deterioro en la atención recibida.

El PSE-EE ha recordado hoy que tanto los usuarios y usuarias de la residencia como los 350 estudiantes y 40 trabajadores y trabajadoras del Colegio La Milagrosa (que no puede hacer frente al alquiler) son víctimas de las decisiones economicistas de la Fundación Miranda. El concejal Socialista Carlos Fernández ha instado así a la alcaldesa “a que haga valer su influencia en el patronato de la Fundación como vicepresidenta para corregir esta deriva mercantilista que parece haber adoptado”.

 

VORACIDAD ECONÓMICA

La Fundación Miranda nació como la obra benéfica y social de un mecenas barakaldés que quiso dar asilo y trato digno a los mayores más desfavorecidos de la ciudad y a lo largo de estos más de 100 años de andadura ha ofrecido un importante servicio a la ciudadanía.

Los Socialistas están sorprendidos por los últimos acontecimientos, que empañan notablemente el buen nombre de la institución creada por D. Antonio Miranda. Primero se comprobó cómo la voracidad económica de la Fundación se transformó en un súbito y brusco incremento del precio del alquiler que cobraba a la orden religiosa Hijas de la Caridad por el uso del edificio en el que se aloja el Colegio La Milagrosa.

“Aún confiamos en que este problema se solvente y se atienda a la propuesta que este Grupo Municipal Socialista ha puesto sobre la mesa en múltiples ocasiones: que la alcaldesa ceda directamente el edificio de Minas al colegio”, ha indicado al respecto Carlos Fernández, quien cree que fue un error haber derivado el asunto al Gobierno Vasco: “Lo dijimos en su momento y el tiempo nos está dando la razón”.

Al problema de La Milagrosa se une ahora el desorbitado incremento de precios que desde finales del año pasado se impuso en la residencia Miranda. Un incremento de precios que está obligando a muchos residentes a hacer enormes esfuerzos para hacer frente a esa subida que oscila entre el 35% y el 50% y que en el caso de 13 residentes ha supuesto su salida de la residencia (con el grave trastorno para su salud que ello conlleva) por no poder pagar las mensualidades resultantes de dicho incremento.

“Estamos ante un gesto de carácter meramente recaudatorio, de gran crueldad con los residentes menos pudientes y que es impropio de una fundación sin ánimo de lucro”, ha lamentado Fernández.

Este súbito y drástico incremento de precios viene acompañado, además, de un incremento del número de quejas de los residentes y sus familiares por el progresivo deterioro en la calidad de vida de los mayores. Peores y más escasas comidas, mayor suciedad, peores recursos materiales… Todo esto animó a la Asociación Babestu Miranda a presentar una moción para su debate en el Pleno Municipal, que fue apoyada ayer por todos los grupos políticos salvo el PP.